
Es una mezcla de suerte, conocer los jugadores y analizar datos, aunque no sé en qué proporción. En mi palmarés tengo una victoria en una jornada hace 3 añitos (tenía que decirlo, jeje), repetirlo… casi imposible. Además de todo eso, los que nos consideramos adictos al juego muchas veces no vemos los partidos como un aficionado normal, si veo que un jugador anota un 2+1, para mi son un +4 (3 puntos + 1 por la falta recibida), cada tiro fallado por el alero de mis equipos es un -1… y así sucesivamente.
Es un juego que hace que veas a los jugadores con otro prisma, y un jugador como Lakovic puede pasar de Dios a Demonio en cuestión de días, otros jugadores son “utilizados” simplemente por el vil metal, ya que son jugadores que juegan mejor de lo que su precio indica y son fichados en masa hasta que tocan techo y son abandonados en las cunetas cibernéticas. Otros jugadores son considerados malditos, ya que cada vez que los fichas se marcan su peor jornada, y cuando los vendes se salen. Directamente los colgabas del aro!
El Supermanager saca sentimientos distintos, hace que veas un partido por la tele y sólo te fijes en tus jugadores.
Uno de los puntos fuertes del juego son las ligas privadas, donde no hace falta ser el mejor para ganar, ya que compites con grupos reducidos, de amigos, foreros y si pasáis por su subforo en ACB.COM podréis ver la diversidad de sistemas de competición que hacen que siempre sea divertido el Supermanager. (Ramon J)
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